Andrew (Miles
Teller) es un chico que estudia para ser un gran baterista cuando la
oportunidad aparece frente a sus ojos impresionara al temido pero admirado
Terence (J.K. Simmons) para formar parte de su banda. Poco a poco Andrew
aprenderá los límites de la vida en un duro camino con un hombre demasiado frio
para ser real.
Whiplash es de
esas películas que te pone a hervir la sangre mientras la vamos viendo por contener
una historia tan frustrante pero a la par asombrosa y real que no nos queda
otra que pararnos aplaudir. Damien Chazelle se dedica a contarnos la vida de
Andrew, un baterista que promete es de los mejores y su relación con un maestro
tan horripilante como lo es Terrence, todo esto mientras nos muestra que el
perseguir los sueños no es nada fácil y que para lograrlo hay que explotar los
límites que uno tiene a pesar de que esto nos cueste sudor, sangre y lágrimas
mediante dos personajes nos dan esta dura lección que actualmente se ha olvidado
pero sobre todo el sencillo factor de que la practica hace al maestro no solo
el don de poder hacerlo.
Existen varios
factores que vuelven a una película algo estremecedora y una de ellas, son sus
actores y aquí tenemos dos de las grandes actuaciones del año. Miles Teller
quien se había encasillado en personajes pequeños y molestos simplemente se
quita la etiqueta de encima en esta actuación que lo pondrá en la mira de
muchos pues en verdad demuestra el talento actoral que puede desarrollar en uno
de esos personajes con los que te identificas más de una vez. Por otro lado
tenemos al magnifico J.K. Simmons, este hombre simplemente quita a todos del
camino en una interpretación única que demuestra que los personajes no son
pequeños si no uno los hace pequeños. Simmons se transforma por completo en
este personaje que logra ganarse el odio de cada uno de los espectadores como
ese maestro al que todos queremos ver muerto pero sobre todo que odia al mundo
por no ser perfecto ante sus ojos.
Simmons sin
duda alguna será el ganador indiscutible de este año como uno de los actores
que en verdad rompió la barrera que hay entre la pantalla y el público al
provocar que cada butaca crujiera por las ganas de aventarle algo en la cara.
Whiplash apoyada de un género de la música que pocos aprecian o soportan logra
conectar a todos en una misma sintonía entregando una de las mejores escenas
musicales de este año, no puedo concluir más que diciendo que esta es de esas
cintas que todos deben darles una oportunidad para llevarse a casa una máxima
experiencia y una muy dura lección.
10/10
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