sábado, 31 de enero de 2015

Whiplash



Andrew (Miles Teller) es un chico que estudia para ser un gran baterista cuando la oportunidad aparece frente a sus ojos impresionara al temido pero admirado Terence (J.K. Simmons) para formar parte de su banda. Poco a poco Andrew aprenderá los límites de la vida en un duro camino con un hombre demasiado frio para ser real.

Whiplash es de esas películas que te pone a hervir la sangre mientras la vamos viendo por contener una historia tan frustrante pero a la par asombrosa y real que no nos queda otra que pararnos aplaudir. Damien Chazelle se dedica a contarnos la vida de Andrew, un baterista que promete es de los mejores y su relación con un maestro tan horripilante como lo es Terrence, todo esto mientras nos muestra que el perseguir los sueños no es nada fácil y que para lograrlo hay que explotar los límites que uno tiene a pesar de que esto nos cueste sudor, sangre y lágrimas mediante dos personajes nos dan esta dura lección que actualmente se ha olvidado pero sobre todo el sencillo factor de que la practica hace al maestro no solo el don de poder hacerlo.


Existen varios factores que vuelven a una película algo estremecedora y una de ellas, son sus actores y aquí tenemos dos de las grandes actuaciones del año. Miles Teller quien se había encasillado en personajes pequeños y molestos simplemente se quita la etiqueta de encima en esta actuación que lo pondrá en la mira de muchos pues en verdad demuestra el talento actoral que puede desarrollar en uno de esos personajes con los que te identificas más de una vez. Por otro lado tenemos al magnifico J.K. Simmons, este hombre simplemente quita a todos del camino en una interpretación única que demuestra que los personajes no son pequeños si no uno los hace pequeños. Simmons se transforma por completo en este personaje que logra ganarse el odio de cada uno de los espectadores como ese maestro al que todos queremos ver muerto pero sobre todo que odia al mundo por no ser perfecto ante sus ojos.



Simmons sin duda alguna será el ganador indiscutible de este año como uno de los actores que en verdad rompió la barrera que hay entre la pantalla y el público al provocar que cada butaca crujiera por las ganas de aventarle algo en la cara. Whiplash apoyada de un género de la música que pocos aprecian o soportan logra conectar a todos en una misma sintonía entregando una de las mejores escenas musicales de este año, no puedo concluir más que diciendo que esta es de esas cintas que todos deben darles una oportunidad para llevarse a casa una máxima experiencia y una muy dura lección.  

10/10

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