En un mundo donde la gente ha
perdido el alma y todo se rige por la frecuencia a la que tu mente trabaja dos
personas completamente diferentes buscan estar juntas. Zak (Daniel Fraser) es
un chico con muy baja frecuencia por lo que al estar en contacto con alguien
muy alto la mala fortuna lo rodea pero un experimento lo ha llevado a Marie
(Eleanor Wyld), una chica de tan alta frecuencia que no puede tiene la
capacidad de sentir sensación alguna; es una simple máquina. Zak hará todo lo
posible por crear un antídoto que le permita estar junto a quien ama.
Frequencies es una de esas ideas
muy originales que nos atrapan inmediatamente pues nuestra curiosidad por
entender ese nuevo mundo va en aumento poco a poco; Darren Paul Fishernos
cuenta una historia de amor en un mundo donde el alma ha quedado olvidad y todo
se rige por ecuaciones lo cual provoca que la discriminación sea bastante pero
cuando menos lo esperan dos jóvenes pondrán al mundo de cabeza cuando deseen
estar juntos pero no puedan estarlo por su propia seguridad. En un inicio la
idea suena extraña pero conforme vamos avanzando la cinta nos absorbe hasta el
punto donde nos urge ver que es lo que en verdad está pasando descubriendo una
dura historia sobre destino y realidad donde todo aquello que nos pasa puede
estar previamente escrito pero es la manera en la que uno decide como
alcanzarlo lo que nos construye el camino hacia él.
Dos genios en diferentes niveles
con muy diversas obsesiones que demuestran dos lados de la sociedad que se ven
muy alejados uno del otro pero en realidad son más unidos de lo que piensas.
Daniel Fraser hace un asombroso trabajo como un ser humano brillante pero con
la capacidad de sentir y amar pero sobre todo el no perder la esperanza
mientras que Eleanor Wyld nos deja ver lo que el mundo “perfecto” donde no
existen los errores podría crear; un ser humano sin sentimiento alguno pero con
la capacidad de fingirlos por lo que solo sirve para resolver problemas. Esta
pareja poco a poco nos va mostrando como es que uno debe ser capaz de aceptar
su destino y que aquellos deseos más profundos, por los que uno lucha día a
día, son los que nos mantienen vivo pero más allá nos dejan ver que a veces las
cosas no salen como queremos pero es de esa forma como deben suceder una
difícil pero retorica manera de analizar como es demasiado difícil aceptar
nuestro destino en ciertas situaciones.
Frequencies es una historia de
amor dentro de un mundo de ciencia-ficción que logra un balance perfecto en
ambas parte pues mientras sufrimos por entender como ha cambiado la tierra
nuestros personajes nos brindan una versión Romeo & Julieta muy moderna
donde cada uno de sus actores hace el trabajo para el que fue destinado.
Finalmente usa aquella idea de que la música nos une a todo contando con un villano
que, a pesar de ser pequeño, logra ponerle las trabas necesarias a la solución
que tanto están buscando. Una de esas películas que pocas veces aparecen dentro
de nuestra vida pero a la que se le debe dar una oportunidad llevándonos una grata
sorpresa.
10/10
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