Ryan
y Drexel (Blake Rayne) son dos hermanos gemelos que se ven separados durante su
infancia, sin saberlo cada uno crece en diferentes familias con muy diversas
formas de pensar. Cuando menos lo esperan Drexel se vuelve un icono de la
música de su época mientras que Ryan no sabe que hacer para complacer a su
padre y su pasión por la música pero durante este proceso ira descubriendo la
verdad de su pasado.
Existen
películas que no tienen ni pies ni cabeza al momento de contar una historia
pero por otro lado existen cosas igual de horrible donde a pesar de tener una
historia medio solida está es odiosa y terrible pues no solo rompe los esquemas
de lo lógico si no que no logran entregar nada bien, ese es el caso de esta
triste historia sobre dos hermanos gemelos que se ven separados desde pequeños
y que la vida los vuelve a poner en contacto cuando cada uno de ellos trata de
perseguir sus sueños pero al final los secretos se revelan de la manera menos
esperada posible. Suena bien en primera instancia pero el problema es hacer a
los dos hermanos una copia de Elvis Presley con un montón de música que a pesar
de ser llamativa no logra penetrar al público pues todo es manejado de la
manera más incorrecta por lo que acabas odiando al personaje central.
Si
la cinta de por sí ya tiene muchas cosas en contra desde solo desarrollar la
vida de uno de los dos hermanos junto con una historia de amor mediocre y una
parte padre-hijo que jamás llega a ser lo suficientemente profunda como para
que nos duela como espectador deciden crear la parte musical como algo tan
sencillo como aprender a manejar y eso es lo que tira por la borda todo lo que
se podría rescatar a esta, que en si es demasiado aburrida, lenta e ilógica por
lo que jamás te conectas con nada de lo que ocurre. La historia sufre de
múltiples clichés y le dan solución a todo demasiado rápido y de formas muy
absurdas.
Finalmente
tenemos a Blake Rayne quien es una buena opción para representar al Rey debido
a su apariencia pero desgraciadamente no sabe entregar ni un solo dialogo y las
pocas veces que lo vemos como su hermano famoso es aún más catastrófico que
cuando actúa como su personaje principal el cual nunca te expresa nada como
persona en cambio vemos a un adolescente con cara de adulto y a un adulto que
se comporta como adolescente guiarnos en esta aburrida pérdida de tiempo donde
jamás logra tomar una sola buena decisión. The Identical es de esas películas
que gritan a los cuatro vientos que aquellos dispuestos a hacerla deben leer
primero con sumo cuidado su guion para así saber si la historia es interesante
lo cual es el verdadero problema de toda está película.
0/10
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