martes, 30 de diciembre de 2014

St. Vincent



Vincent (Bill Murray) es un alcohólico y malhumorado hombre que trata de siempre salirse con la suya pero cuando menos lo espera un pequeño de nombre Oliver (Jaeden Lieberher) llega a su vida para darle un giro de 180 grados a lo que él conoce. Poco a poco esta singular pareja se ayudará a crecer como personas.

St. Vincent es la última comedia de este 2014 y vaya que fue una sorpresa pues lo que indicaba una burda historia sobre un mal vecino en realidad es una dura lección de que la apariencia no es lo que somos en realidad y que sin importar todos los defectos que uno tenga no es regla de que seamos malas personas. Con un elenco bastante interesante es como nos cuenta esta historia acerca de un hombre que en fondo de su corazón es una buena persona pues vale oro pero que no sabe expresar las cosas si no es de manera agresiva a consideración de los demás. La forma en la que Theodore Melfi nos va contando esta historia es lo que nos atrapa pero sin duda son sus actores quienes hacen un impresionante trabajo para engancharnos en este viaje.


Melissa McCarthy nunca ha sido una comediante que me llame la atención pues se ha dedicado a formar carrera en una rama de la comedia bastante vulgar pero en esta ocasión es impresionante el cambio que realiza como una buena madre soltera que se ve en apuros un papel chico pero que desarrollo de manera excepcional. Caso aparte es la irreconocible Naomi Watts que se transforma por completo en esta prostituta rusa que está embarazada algo que destacará siempre en la carrera de esta mujer. Finalmente quienes se lleva la cinta por completo son Jaeden Lieberher quien siendo un total novato nos impresiona como actor al darnos lo que es una de las mejores actuaciones juveniles del año prometiendo ser un joven que parece tendrá futuro en esta industria.



Bill Murray por su lado le anexa su personalidad a su personaje con una especie de método donde se dedica a repetir sus diálogos con una extraña sensación de flojera pero que para cuando llegamos a la mitad de esta nos tiene completamente comprados en un hombre horrible pero con el corazón más grande del mundo. Sin duda alguna St. Vincent es una excelente película a la que le deben dar una oportunidad pues entrega una de las mejores historias de este 2014 que nos enganchan inmediatamente pero sobre todo nos deja el corazón con una grata sensación provocando finalmente las lágrimas al final. 

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