miércoles, 1 de diciembre de 2010

El regalo Perfecto

Parte I

Una vez mas llego el momento mas feliz y esperado del año, donde al despertar puede ver, si me fijo por la ventana, el pasto de color blanco, el caer de aquellas extrañas gotas heladas sobre mi rostro, sentí la brisa fría que tornea mi nariz a un rojo claro, a la gente caminar con eso atuendos que solo usamos en esta época del año.  La emoción de saber que pronto llegarán los regalos, la unión familiar, la cena, todo aquel acontecimiento que ilusiona a cada ser humano de este planeta. Fecha sin duda donde cada uno de nosotros cambia su forma de ser, en donde inclusive los avaros son generosos, los egocéntricos y presumidos humildes. El hogar, el alma y cada poro de nuestra piel se llena de amor, amistad y de cariño. Es esta época en que corazones y pensamientos se unifican para solo desasear una feliz noche cuando mas gente desea la felicidad ajena.
Mi alegría engrandece mas al tomar mi ropa de inverno, mi bufanda, mi saco y mis guantes. Salgo y puedo pisar la nieve que provoca esa sensación de escalofrió en mi cuerpo el cual poco a poco se acostumbra a tan helado clima. Solo observo los árboles que parecen dulces con ese toque pálido en sus hojas, las casa decoradas con sus luces en algunas se ve el árbol, los adornos, la felicidad se puede respirar en el aire a su vez lo cerca que la noche buena se encuentra. Mis ojos se iluminan cuando a lo lejos veo aquella persona que siempre sonríe, esta conmigo, le encanta jugar, que siempre tiene algo que decirme y su felicidad nunca se borra de su cara. Mi amigo Raúl, desde niños salimos y hacemos cada cosa que podemos juntos. Es como mi hermano mayor.
Me saluda. Jugamos todo el día en la blanca pradera donde molestamos a los conejos que luego rondan por ahí, a veces atrapamos uno. Fuimos a lago que como cada año estaba blanco, blanco siempre me acerco a tocar el agua, que esta helada, y nos empezamos a mojar entre Raúl y yo mojarnos hasta enfermarnos. Después corremos hacia la nieve donde la batalla inicia, aunque siempre gana el, nos pasamos horas haciendo lo mismo, vamos a la plaza que esta cerca de la casa para comprar un chocolate caliente. Raúl me cuida, ya que es mayo que yo, solo por unos años, me ayuda a cruzar la calle, a que la gente mala no me haga nada, siempre esta conmigo me enseña lo que es bueno y lo que no. Es el hermano perfecto que no tengo en casa.
Ya ha pasado una semana, todo sigue siendo alegría y blanca nieve. Veo las estrellas esta noche por que no tengo sueño y solamente pienso en lo que haré mañana y que la fecha esperada va rompiendo el tiempo para llegar.  Hoy Raúl me dio una noticia que casi no me gusto, esta noche se ira de viaje con sus padres por un par de días pero prometió regresa para pasar navidad conmigo. Aunque la noticia no fue de mi agrado, y se noto en mi rostro. Raúl me abrazo y con su puño me dijo –Hermanito regresare y siempre estaré contigo, ya se cada noche mira las estrellas yo lo haré todas las noches así estaremos juntos- solo asentí con la cabeza y una enorme sonrisa. Esa noche vi las estrellas y pensé que pronto estaría conmigo de nuevo. Estos fueron los días más largos aburrido y tediosos de toda mi vida. Contaba cada hora y segundo que pasaba. Marcaba los días en mi calendario.
Una de esas eternas noches pude ver que el carro de Raúl llegaba a su hogar, esa noche dormí mas tranquilo sabia que mañana ya lo vería y jugaríamos de nuevo además la navidad ya estaba cerca. La felicidad invade el cuerpo y lograba vencer inclusive el frió que tengo dentro de mi. En la mañana siguiente me desperté con una sonrisa, no pude evitar asomarme a la ventana y ver si Raúl ya estaba afuera, pero antes de que pudiera ver bien, entraron mis padres y los de Raúl, mi emoción creció aun más. Aunque su madre tenia una sonrisa hipócrita en el rostro. Mis padres se acercaron y se sentaron junto a mí. Pero la madre de Raúl simplemente hizo una seña con su mano y todos dejaron la habitación menos ella. Fuera de la habitación podía oír la palabra que menos me gusta pronunciada por mi padre “jamás”.
Su madre me tomo del brazo, de sus labios dijo- Te contare una historia quiere oírla- solo asentí. Ella prosiguió con el cuento. – Esta historia narra sobre un niño que era el mas feliz en este planeta tenia todo en este mundo, una familia que lo amaba, una buena escuela y sobre todo a un hermano que adoraba y amaba con todo, salía de vacaciones con su familia y que un día estaba jugando con su pelota. En una de las patadas la pelota salio lejos de donde el estaba, al trata de recogerla se acerco a una avenida donde un camión tropezó con el, el niño cayo cerca de una pared. Después de ese golpe el niño se quedo dormido para siempre. Ese niño es Raúl- de la nada mis ojos se llenan de lagrimas a pesar de aquella en cierto modo hermosa historia no era tan ingenuo como para saber que estaba muerto, el mundo se me oscurece, su imagen se borra de mi mente y solo veo un vacío enorme frente de mi, el frió se apodera de mi cuerpo mi sonrisa se desvanece por completo y solo queda el llanto que desahogo con su madre.
…  

No hay comentarios:

Publicar un comentario