Josh Wheaton (Shane Harper) entra
a la clase de Jeffrey (Kevin Sorbo) un filósofo que obliga a todos sus alumnos
a declarar que Dios está muerto cuando Josh se rehúsa una guerra interminable
comienza entre los dos pues Wheaton trata de defender su postura acerca de que
Dios existe con todo lo que tiene a la mano mientras que Jeffrey hará lo
imposible por contradecirle en cada aspecto que tiene. A la par tenemos a un
grupo de ateos que comienzan a acercar a Dios conforme la vida les va poniendo
trabas en el camino. Una mujer con cáncer, una musulmana que en realidad es
cristiana, una mujer envuelta en la monotonía del matrimonio y un pastor que no
sabe ver las señales pero poco a poco todos encuentran la respuesta a la
pregunta más enigmática del mundo ¿Dios existe?.
God’s Not Dead es una película
totalmente religiosa y como tal es complicado no sonar o muy fanático de la
religión o demasiado ateo por lo que el público se divide completamente en este
tipo de cintas, para tratar de evitar este tipo de cosas tratare de tocar ambos
puntos de la cinta. Comencemos viéndola como lo que es una película y como tal
apesta totalmente. El guion está demasiado incompleto notándose el esfuerzo por
los guionistas por hacer una cinta larga que en un cortometraje hubiera
funcionado mucho mejor pues tenemos muchas historias pequeñas y nada relevantes
con las que jamás logras conectarse siendo que cada una de ellas tiene escazas
tres escenas durante hora y media de cinta. Por otro lado el mayor problema no
es el terrible guion que no supo profundizar en lo que debía si no su manera de
arreglarlo. La solución presentada fue crear demasiados personajes escritos a
la mitad que no tienen nada de carácter definido y que se nota reflejado en el
trabajo actoral pues ni ellos saben que hacer.
Cada personaje que aparece es
menos relevante que el anterior pero nuestros dos protagonistas son lo peor de
todo. Shane Harper es el típico chavo que tiene una extraña conexión con su
religión al grado que decide ir en contra de aquel que pude destruirle su
carrera mientras que Kevin Sorbo en ese tipo de personajes que en lugar de
hacer su trabajo lo único que provoca es desesperar al público pues además de
ser extremadamente exagerado en su forma de pensar la manera de trasmitirlo
simplemente es demasiado falsa. Ahora como película falla totalmente pues nada
en ella es bueno pero viéndolo ahora como un mensaje religioso también comete
un gran y fatal error. La cinta busca que uno como espectador se conteste la
pregunta de si Dios existe o no pero desgraciadamente el filme en realidad te
obliga a llegar a la decisión de que si existe por lo que cualquiera que quiera
ver esta cinta como una oportunidad de poner en duda sus creencias a la mitad
saldrá de la sala opinando que todo está enfocado a que la respuesta es sí lo
cual provoca que todo el trabajo se denigre. La idea es original y es un buen
debate pero desgraciadamente no supieron manejar las cosas de la manera
correcta por lo que se siente muy exagerada. God’s not dead es de esas cintas
que a la mayoría de la gente religiosa agradara pero que a la gente que no lo
es tanto solo provocara que la odie.
Calf: 0/10
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