Imagínense a un solo actor durante alrededor de noventa minutos con una movilidad de medio cuerpo, en un mismo escenario. ¿Aburrido no creen? Pues esta es la situación en la en 127 horas donde un solo personaje en un mismo lugar durante toda la película nos mantiene en un suspenso e incluso una desesperación que no se había logrado desde Tom Hanks (El náufrago). Basada en la autobiografía “Between a Rock and a Hard Place” del alpinista Aron Ralston. Con una nominación esta película nos da lo que al inicio parece imposible un actor, un lugar, una película entretenida.
Narrando la vida de Aron Ralston un alpinista que en una de sus excursiones por los cañones de Utha, tiene un terrible accidente. Cayendo inesperadamente a través de un orifico en este lugar queda atrapado su brazo en una roca. Aron Ralston tendrá que sobreviví con la poca agua, comida que lleva además de contar con una navaja unas cuerdas su mochila y medio cuerpo móvil con una cámara de video donde registrara todo lo que vivirá está 127 horas que estará atrapado en este cañón. Tomando lo que sería la decisión más difícil de su vida tendrá que lograr salir por sí mismo de este lugar.
James Franco quien interpreta a Aron Ralston en esta película entrega una actuación impresionante, manteniéndonos en una desesperación a tal grado que no puedes esperar a ver qué hará, nos trasmite tanto su dolor du frustración como su demencia en ciertos momentos. Tantos sus recuerdos como la cruda realidad de un futura muerte es lo que este actor que nos da la actuación de su vida logra entregarnos en este filme.
Con algunos recuerdos y unos paisajes hermosos esta película que nos narra el caso real de Aron Ralston nos da una lección de vida importante “nunca te rindas” por lo que esta película que logra mantenernos en suspenso e interesados durante sus aproximadamente noventa minutos se convierte en una de las dos películas que destacaron en Febrero.
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