Vincent (Bill Murray) es un alcohólico
y malhumorado hombre que trata de siempre salirse con la suya pero cuando menos
lo espera un pequeño de nombre Oliver (Jaeden Lieberher) llega a su vida para
darle un giro de 180 grados a lo que él conoce. Poco a poco esta singular
pareja se ayudará a crecer como personas.
St. Vincent es la última comedia
de este 2014 y vaya que fue una sorpresa pues lo que indicaba una burda
historia sobre un mal vecino en realidad es una dura lección de que la
apariencia no es lo que somos en realidad y que sin importar todos los defectos
que uno tenga no es regla de que seamos malas personas. Con un elenco bastante
interesante es como nos cuenta esta historia acerca de un hombre que en fondo
de su corazón es una buena persona pues vale oro pero que no sabe expresar las
cosas si no es de manera agresiva a consideración de los demás. La forma en la
que Theodore Melfi nos va contando esta historia es lo que nos atrapa pero sin
duda son sus actores quienes hacen un impresionante trabajo para engancharnos
en este viaje.
Melissa McCarthy nunca ha sido
una comediante que me llame la atención pues se ha dedicado a formar carrera en
una rama de la comedia bastante vulgar pero en esta ocasión es impresionante el
cambio que realiza como una buena madre soltera que se ve en apuros un papel
chico pero que desarrollo de manera excepcional. Caso aparte es la
irreconocible Naomi Watts que se transforma por completo en esta prostituta
rusa que está embarazada algo que destacará siempre en la carrera de esta
mujer. Finalmente quienes se lleva la cinta por completo son Jaeden Lieberher
quien siendo un total novato nos impresiona como actor al darnos lo que es una
de las mejores actuaciones juveniles del año prometiendo ser un joven que
parece tendrá futuro en esta industria.
Bill Murray por su lado le anexa
su personalidad a su personaje con una especie de método donde se dedica a
repetir sus diálogos con una extraña sensación de flojera pero que para cuando
llegamos a la mitad de esta nos tiene completamente comprados en un hombre
horrible pero con el corazón más grande del mundo. Sin duda alguna St. Vincent
es una excelente película a la que le deben dar una oportunidad pues entrega
una de las mejores historias de este 2014 que nos enganchan inmediatamente pero
sobre todo nos deja el corazón con una grata sensación provocando finalmente
las lágrimas al final.
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