Ramón (Kristyan Ferrer) es un
hombre común que trata de cruzar al otro lado con el fin de conseguir trabajo
para poder tener el dinero necesario para mantener a su familia pero la suerte
no ha estado de su lado hasta que un día con la ayuda de un amigo decide irse a
Alemania donde pretende salir adelante. Cuando llega a este país las cosas no
salen como las tiene planeadas y una vida por las calles comienza, poco a poco
la vida le sonríe a este hombre cuando la sencilla Ruth (Ingeborg Schöner) se
le pone enfrente pues con un poco de ayuda y mucho carisma será que Ramón no
solo gane el dinero que pretende si no el cariño de todos los que le rodean.
Guten Tag, Ramón es una de esas
películas mexicanas que por alguna razón capturaron mi atención desde el primer
avance, que vi hace ya varios meses, después por un tiempo esta desapareció y
con la proximidad de su estreno volvió a mi mente sin embargo el miedo de que
fuera a ser una decepción, como suele suceder con el cine nacional, seguía
presente pero vaya sorpresa fue entrar a esta cinta y descubrir una historia
llena de corazón pero sobre todo de inocencia; esto último es lo que vuelve a
Buenos días Ramón una de las mejores película que este 2014 tiene para darnos.
Pocas veces entramos a una sala de cine donde no existe una sola persona que no
se ría, llore u enoje al mismo tiempo conforme vemos que es lo que ocurre en
pantalla.
Guten Tag, Ramón nos trae una
historia sobre migración muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver; aquí
tenemos a un hombre que busca de manera desesperada una solución a sus
problemas y cuando una oportunidad se le presenta viaja al otro lado del mundo
para poder tener un poco de suerte pero más allá es la historia de dos personas
que necesitan ayuda mutuamente y que el corazón noble de ambas creara el lazo
necesario para poder ser ellos quienes le den al otro lo que tanta falta les
hace. Dentro de todo esto tenemos dos grandes personajes como lo son Ingeborg
Schöner quien nos da a esa mujer ya grande que lo único que necesita es un poco
de alegría en un su vida y que la misma soledad es la que le pone el corazón en
las manos. Kristyan Ferrer, quien se roba la cinta entera, con su gracia e
inocencia nos compra desde el principio como un ser humano que solo busca
ayudar a quien tanto lo necesita y un claro ejemplo de que todo es posible si
se hace con ganas.
Existen grandes momentos dentro
de esta cinta donde no solo conocemos a los dos personajes tan a fondo que
logramos entenderlos por completo sino que además de ello nos demuestran que
las palabras no son el único modo de darse a entender, si no que idiomas hay
muchos, pero sobre todo que en este mundo que parece acabado aún existen
personas de gran corazón. Una historia que nos robara corazón en muchos
aspectos que sí duda demuestra que aquí en México pueden existir grandes
proyectos sin necesidad de tener guiones con tanta basura dentro de ellos.
10/10
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