Rose (Zoey Deutch) una chica
mitad vampiro-humano, mejor conocidos como guardianes, está escondiendo a la
siguiente al trono, Lissa (Lucy Fry), un vampiro bueno, pues la vida en la
academia se volvió insoportable. Cuando son encontradas y arrastradas a la vida
escolar una vez más ambas sufren de demasiadas bromas los secretos comenzaran a
salir con el fin de poder apoderarse de los poderes de Lissa, ya que tiene la
capacidad de curar en el lapso de la estar muerto o vivo. Poco a poco Rose
comenzara su entrenamiento para convertirse en la guardiana oficial de Lissa
pero lo que no saben es que aquellos más cercanos son los peores enemigos
ahora.
Vampire Academy es lo que podría
ser el último intento por revivir a los vampiros para hacerlos algo popular
entre las historias juveniles pues aquí tenemos a una serie de monstros que no
solo rompen con cada una de las reglas para los vampiros, una vez más, sino que
además decidieron meter en una licuadora cuanta tontería ha salido en los
últimos años. Imaginemos que dentro de nuestra mezcladora ponemos un poco de
Howgarts (la estructura de la escuela), The Last Airbender (cada vampiro puede
controlar un elemento pero Lissa es el avatar) y para darle sabor toda la saga
de Crepúsculo (los vampiros, los enemigos de los vampiros etc.) listo tenemos
la nueva película que lleva el ridículo nombre de Academia de Vampiros donde
planean contarnos la historia de una chica rebelde y obsesionada a la que por
supuesto nadie hace caso cuando se da cuenta que las cosas están raras.
El elenco es de lo peor pues en
la parte masculina tenemos a puro niño bonito que estuvo ahí para dos cosas:
uno no hacer nada, dos enseñar cuerpo y cara. Mientras que las dos
protagonistas son un dolor de cabeza durante casi dos horas; Lucy Fry es la
chica hueca, sin cerebro que solo busca congeniar con los demás y que sin su
hermana mayor no tiene defensa con el mundo pero cuando decide hacerse la
fuerte pierde todo volviéndose aún más inútil de lo que era al principio no sé
si fue el personaje o la actriz que tiene cara de perro regañado todo el tiempo
que en verdad deseas la muerte del personaje que debes amar pues es aquel que
debemos proteger.
Por otro lado tenemos a Zoey
Deutch quien es un cliché de todas las “heroínas” fuertes de las comedias
juveniles que hemos visto o leído pero ahora con un toque castrante en el
aspecto de que no comprendes como puedes odiar tanto al único personaje que vale
la pena de toda esta porquería. Vampire Academy es un claro ejemplo de que los
vampiros deben desaparecer de la pantalla por mucho tiempo pues desde la
creación de Crepúsculo no hemos visto
nada que les haga justicia y esto es una versión demasiado horrible de
Vampires Diaries con un elenco juvenil que llego para morir completamente en
esta cinta pues difícilmente los veremos en algo más. Además de que
posiblemente sea otra de esas sagas que vean la luz del día para su primera
entrega pero no vean más allá de eso.
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