Otra vez en este cuarto oscuro, donde no puedo ver absolutamente nada excepto a mí. Me veo a sentado en un rincón, logro observar cada parte de mi interior, cada sección de mi cuerpo, de mi alma y sobre todo de mi mente que no logran ver los demás. Porque será que cada vez que necesitamos algo recurrimos a este espacio oscuro, lleno de paz pero a su vez de tristeza de amargura.
Cada vez que entre en este cuarto no puedo verme con los ojos, si no con la mente, cada vez que estoy dentro de este espacio logro ver, pensar y escuchar cosas que no podría hacer en otro lado. Me gusta simplemente sentarme a respirar, reflexionar sobre todo lo que me rodea sucesos, personas, sentimientos, acciones, todo absolutamente todo.
Simplemente sentarme a verme, sentirme de una manera que no puedo hacerlo, si no estoy en esta habitación. También me perturba, a veces me entristece. Por qué siempre recurrimos a este lugar, cual es el fin de llegar a sentirnos así. Si suele aterrarnos, suele cohibirnos, suele ser el lugar más detestable de la esencia humana. A pesar de ello vamos por él, siempre lo tenemos cerca y presente nunca nos gustaría olvidarlo.
Sin importar que tan doloroso sea, que tan alegre te ponga, o que triste estés. No interesa que. Dentro de el te sientas con ganas de dormir y no despertar, que el llanto corra por tu cuerpo. Tampoco es de nuestra incumbencia que tan alegre nos ponga que tan útil sea. Sencillamente vamos y recurrimos a él infinidad de veces ya sea por motivos personales importantes alegres o por razones de tristeza y amargura. Porque aquí nadie te molesta.
Este cuarto oscuro donde solo te puedes ver a ti y nadie más te encontrara nunca y nadie podrá irrumpir en tu tranquilidad. Aquella habitación llena de pensamientos, pero lo más importante, de nosotros mismos de nuestro real nosotros de lo que de verdad somos. Así de sencillo es este cuarto que se convierte vulgarmente en un sentimiento como el mundo le dice, un sentimiento que debería ser considerado parte del alma. Siendo el miedo de muchos, aun así su lugar privado. La salvación de otros, y la muerte de muchos más.
Así de importante, así de magistral, y así de reales en cada ser humano. Así como cada uno lo quiera ver es nuestro cuarto preferido. La triste, la única y la esencial… Soledad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario