Josemaría
Escrivá (Charlie Cox) es el fundador del Opus Dei, quien en el 2002 fue
canonizado por el papa Juan Pablo II. Esta cinta nos cuenta la larga y dura
vida que llevo este padre desde su infancia hasta convertirse en el icono que
es hoy en día. Por medio de una especie de flashback se nos presenta la niñez
de Josemaría quien era muy amigo de Manolo(Wes Bentley), un chico que con el
tiempo fue creando grandes resentimientos hacia Josemaría para después unirse a
la guerra civil, durante las memorias de Manolo podemos apreciar su relación
amorosa con la húngara IIdiko (Olga Kurylenko). Nuestra historia es contada a
través de un Manolo ya viejo que se enfrenta a la muerte con un hijo quien crea
una extraña obsesión por Josemaría buscando escribir un libro y así revivir los
antiguos recuerdos de su padre.
La
cinta toma a un personaje demasiado importante, ya que es de los pocos santos
canonizados en los últimos años, un santo muy moderno como lo describe el
director. Pero que es lo que falla en esta cinta, en general todo, la guerra
civil española es usada como relleno total para evitar demasiadas escenas
acerca de la verdadera idea de nuestro protagonista introduciendo una historia
de amor que poco interesa comparado con la vida de Josemaria. La historia de la
húngara es tan importante como lo es si una mosca se para o no en una roca,
simplemente no le encontré la mayor utilidad a este personaje.
Josemaria
es interpretado por Charlie Cox (a quien pudimos apreciar en Stardust) de una
manera algo floja en la mayoría de las escenas puesto que no trasmite su amor
por la religión y su visión de la misma, esto también es culpa de un guion muy
pobre para poner en alto la vida del padre, en otras escenas podemos apreciar
un poco mas de esfuerzo e inclusive de investigación donde Cox logra capturar
la escancia del personaje. Las actuaciones de Wes Bentley y Olga Kurulenko son increíblemente
malas puesto que no transmiten el amor y la necesidad de uno por el otro
dejando a dos personaje que no sirven de mucho haciéndolos mucho menos útiles.
La
falta de interés del director por demostrar que era el Opus Dei y cual era su
finalidad junto con ideología hacen que la vida de Josemaria parezca la de huir
constantemente de lo que le rodea aceptando que la religión ha caído en su país.
Lo rescatable de esta cinta es la
infancia de ambos personajes donde realmente nos permiten ver cuales fueron las
causas que llevaron a este hombre a tomar la decisión de ser padre a muy temprana
edad y una de las razones por las que se dice que sufrió una milagrosa aparición,
a su vez justifican la aparición de Manolo mas no lo hace un personaje
relevante. Una cinta con un trailer atractivo pero con un filme realmente aburrido.