El día de hoy me di cuenta que hay sentimientos que por más que quieras olvidar, desaparecer, destrozar y destruir no lo conseguirás por que por algo estuvieron presentes y por algo seguirán presentes. Hoy renacen esos sentimientos que alguna vez trate de dejar atrás para poder seguir adelante para poder dejar las cosas tranquilas. Pero todo regresa en algún momento. Cada palabra y cada recuerdo que fingía haber olvidado, lo tengo muy presente lo tengo en la memoria en la cabeza en la misma alma. ¿Será que la vida está llena de sorpresas? ¿Será que la vida se trata de cometer errores para después arreglarlos? ¿Sera que cada problema arreglado mejora o empeora? La respuestas a cada pregunta no la tengo pero lo que sé es que llega el tiempo que las harás. En que a pesar de todo pensara en si es cierto o no. Y se preguntara de que hablamos porque regresamos a sentir lo pensado olvidado, porque iniciar a cuestionarnos. Es tan simple como el hecho de que hoy recordé todo aquello en lo que alguna vez no creí.
Aunque surgen dudas, pensamiento y demás no puedes negar que recordaste cada detalle y cada momento que surgía la necesidad de expresarlo una vez más, pero algo te lo impedía, orgullo, miedo, tristeza e impotencia. Lo que fuera te impedía demostrar aquel sentimiento de anhelo, de felicidad, de necesidad. Porque esas memorias de aquellas noches eterna de dolor regresaron a mi cabeza tratándose de contestar el porque me sentía solo. Porque cada una de la sensaciones que vuelves a sentir de la nada, te convierte vulnerable no sabes cómo actuar solo sabes que están ahí. Pero que al final no saldrán porque no es pertinente, porque ese amigo que las causa, no las considera pertinentes. Las guardas una vez más, y regresas en el tiempo para llevártelas contigo como en un inicio. ¿Volverlas a olvidar, o seguirlas conociendo? Todo eso no depende de uno.
Todo mundo dice que cada persona que conoces en este diminuto mundo está destinada a dejarnos algo, aunque sea la cosa más insignificante del mundo. ¿Realidad o mentira? Realidad, cada una de ellas están ahí para enseñarte algo que no has podido aprender jamás. Realmente estamos destinados a esto a sufrir, aprender y disfrutar. Conozco muchas personas, ya he dejado otras atrás, otras trato de no abandonarlas, y otras más la incógnita existe en que sucederá. Pero cada una de ellas me ha dejado algo que no puedo olvidar. Puedo enfocarme en seis las que han dejado una lección de vida mucho más fuerte. Ha estas seis les puedo decir gracias por estar ahí en su momento, por los que aún siguen ahí y los que a pesar de todo nunca se irán.
Persona uno. Un amigo incondicional nunca se ha ido a pesar de cada traba, conflicto y dilema que se ha suscitado. El que siempre se preocupa, el que insiste el que te cuida aunque parezca que no el que pasar de todo lo que haya te pone primero el que te enseña cada día en el que siempre está ahí para ti. Aunque él tenga sus propios problemas el que no sabes cómo se asegura de hacerte una vida feliz aunque tú no lo veas así. Por el que pueden pasar los años y jamás te abandonara el que se desmorona contigo pero te ayuda a salir. El que daría la vida a cambio de la tuya. Como se ha dicho el incondicional, porque a pesar de que tú no seas así él siempre lo será.
Persona dos. El que te enseño a soñar. Porque te da siempre una esperanza a futuro porque a pesar de que es una esperanza aun así lo hará. El que sueña contigo y vuela contigo. El que se caí y vez por él y cuando tú te caes ve el doble por ti. El que nunca cambia sus sentimientos. El que se ríe de ti para levantarte, el que se enoja contigo para solucionarte. Esa persona que nunca te dejara de querer de la misma manera que lo hizo inicialmente. El que te ha demostrado un apoyo lejano pero único. Es aquel que nunca se ira y su cariño persistirá.
Persona tres. El consejero. El que siempre sabe que decir el que te escucha hasta el conflicto más irónico del mundo. El que lo sabe todo. El que siempre acierta. El que nunca te dirá algo erróneo. El que siempre tendrá las palabras indicadas para tirarte, y a su vez levantarte. El que te dice las cosas sin darle vueltas el que no lo piensa y solo lo expresa. Es aquel amigo con el que puedes dejar de verte siglos y aun así el reencuentro será la cosa más bella del universo. Ese amigo que nunca falla.
Persona cuatro. El amigo diferente. Porque todo es contrario a ti por lo que siempre discuten para llegar a un acuerdo común con el que complementas esas ideas locas que ambos tienen en contrarias. Con el que podrías perder por cualquier cosa pero siempre cabe la esperanza de que te recuperaras. Con el que puede haber miles de peros, pero aun así lograras sobreponerte. El que nunca está de acuerdo contigo pero ahí sigue, el que te dirá no está bien pero si lo harás te apoyo. El amigo que nunca puede faltar en la diminuta lista.
Persona cinco. El que hay que cuidar. Porque es el que te nace ese sentimiento de protección por él y que a su vez te cuidara cuando sea el momento, al que escucha hasta más mísera palabra, al que no le puedes negar nada al que en su mayoría nombras “hermanito” . Al cual no puedes dejar nunca y tiene una pequeña importancia más que los otros porque tienes que protegerlo de todo porque es al que tú le enseñaras lo que te enseñaron a ti. Porque su amistad se basa en confianza, protección, ayuda y paciencia. Por el que tú darías la vida. Ese amigo al que siempre cuidaras.
Persona seis. La persona perfecta. La que creías inexistente, la que no puede concebir que entre en tu vida, la que no quieres que entre en tu vida, pero cuando entra no quieres dejarla ir. La que de una forma armoniosa mezcla cada una de las anteriores. La que consigue que seas blanco con él con la vives y sueñas y pocos consiguen. La que te enseña que un mejor amigo si existe la que. La que consigue que tu trates de mezclar armoniosamente todas las anteriores. La que es igual, que piensas que no existía pero te enseña que existe la persona con la cual puedes vivir siempre que sepas de ella siempre que la sepas feliz. Es el amigo que no podrás olvidar el amigo que te enseño y tratas de entregarle cosas que tú sabes y el no. Con el que luchas pero al final aceptas lo que decida. Aquel que jamás podrás decir que nunca existió, porque existió por que se impregna a tu historia de vida. Porque vive en tus recuerdos como la etapa más feliz de la existencia. Pero si logras conservarlo por siempre será aquel que se volverá único perfecto y especial. Por ser tu diario personal, por ser tu incondicional por el que tienes que cuidar, por el que velas, por el que siempre estarás ahí a cuesta de todo, al que siempre podrás oír una vez más. Aquel que pocos logran obtener.
Escribiendo esto hoy recordando cada una de mis memorias y de mis momentos puedo decir que disfruto o disfrute de cada una de esas personas que ahora están o no conmigo. Pero una de ellas me enseño a creer en lo que no podía que existía a uno con el que todo es hermoso y reciproco hasta cierto punto. El cual parece que siente lo mismo, el cual parece que da lo mismo. Esa persona me enseño también que no existe remplazo de una persona por otra. Pero me enseño también a vivir con saber su existencia y su felicidad. Porque sé que cada una de las personas en este mundo tendrán a cada uno de ellas. A cada una de ellas gracias.